jueves, 6 de agosto de 2009
No te enamores nunca
No te enamores nunca, no te enamores jamás, que tu sonrisa de niña se puede marchitar. Que tus ojos tan brillantes se pueden empañar, de unas lágrimas tan frías que jamás podrás secar. Que el amor es algo serio que te puede destrozar, que te puede dar la vida y te la puede quitar. Y por mucho que te diga se que caso no me harás, que conocerás a alguien, a alguien muy especial. Muy despacio y sin quererlo a ese niño tú amarás, y tu corazón ingenuo día a día se abrirá. Sentirás mil emociones que quizás no entenderás, y a todos tus amigos de él les hablarás. Un día vendrá a buscarte y se sentaran en un bar, te hablará de algunas cosas y después te besará. Te dirá que te ama y a ti te gustará. Y el día que esto pase verás tu vida cambiar. Te verás maravillosa en un mundo de cristal, te sentirás una diosa porque sabrás que eso es amar. Pero llegara algún día en el que esto acabará. Tú te quedarás vacía y con ganas de llorar. Una lágrima dorada tu rostro recorrerá, y te quedarás mirando como aquel amor se va. Lo veras con sus amigos no lo podrás saludar, pero tus ojos y los suyos siempre se van a juntar. Aunque al cabo de algún tiempo a él con otra lo verás, recordarás viejos tiempos y de nuevo llorarás. Tus verdaderos amigos te intentarán ayudar. Te presentarán a alguien, a alguien muy especial. Te gustara su sonrisa y su forma de mirar. Tú seguirás recordando, pero el dolor se calmará, porque sin haberte dado cuenta, te habrás vuelto a enamorar.
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Suspiros olvidados