martes, 12 de febrero de 2013
• Mi marciana ♪
Te juro que es verte la cara
y mi alma se enciende.
Y sacas al sol las pestañas
y el mundo florece.
Dejas caer caminando un pañuelo
y mi mano sin mi lo recoge.
Tienes la risa más fresca
de todas las fuentes.
Eres el timbre del nido de mis gorriones.
Hueles a hierba y me sabes a tinta y borrones.
Eres el rayo de mayo, mis letras, tus cremas
cantando en el coche.
Cuando juntamos las sillas me siento tan torpe.
Tienes verdades, abrazos que abarcan ciudades.
Tienes un beso de arroz y de leche en el valle.
Y dice que vienes de Marte y vas... A regresar, vamos que te irás.
Pero es que a veces, tan sólo a veces
lo que está siendo es lo que parece.
A veces parece que te hayas marchado ya. Mi hembra, mi dama valiente se peina
la trenza como las sirenas
y rema en la arena, si quiere.
Ay mi hembra, tus labios de menta
te quedan mejor con los míos
si ruedan... Mejor tu sonrisa si muerde.
Ay mi hembra. ¿Te acuerdas de cuando empezaron los amaneceres? Siento que la madrugada nos hizo más fuertes
y luego la charla tranquila entre gotas, las migas hicieron su parte.
Luego se juntan las sillas,
las voces se duermen.
Y siento las lágrimas
caen pero no tienen nombre.
Y creo que tu confesión,
te la quito en un baile.
En eso consiste la libertad: en no renunciar a entregarte más.
Tú a mí me gustas tal como eres. Si a ti te pasa lo mismo y quieres
nos vamos pa'lante y llegamos hasta el final...
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Suspiros olvidados