domingo, 23 de febrero de 2014
Puedo llamarte
Ya he lavado todo, no me queda nada. Saqué la basura y abrí la terraza pa' que corra el aire y se lleve despacio este olor a gritos que se me ha quedado... Deshice las cajas, odio las mudanzas. He de acostumbrarme a esta nueva etapa, ya colgué los cuadros,
se rompió aquel mueble que nos regalaron un mes de noviembre...
Que no me den la voz, la voz, la voz, la voz... Porque puedo llamarte... No...
Que no me den la voz, la voz, la voz, la voz... Porque puedo llamarte... Y será mejor que no.
Ya se fueron todos, no quedaba hielo,
recogí las copas, y encendí un mechero, apagué las luces, me senté en el suelo...
Qué difícil verte, no sé si te quiero.
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Suspiros olvidados