lunes, 8 de junio de 2009


Si muero antes que tú, házme un favor. Llora cuando quieras,
pero no te enojes con Dios por haberme llevado.
Si no quieres llorar, no llores. Si no logras llorar,
no te preocupes. Si quieres reír, ríe.
Si algunos amigos te cuentan algo de mi, óyelos, y cree lo que te digan.
Si me elogian demasiado, corrige la exageración. Si me critican demasiado.
defiéndeme. Si quieren hacerme un santo sólo porque me morí,
dí que yo tenía algo de santo pero que estaba muy lejos de ser el santo que dicen.
Si quieren hacerme un terrible perverso, Muestra que yo tal vez tuve algo de malo,
pero que toda la vida procuré ser bueno. Y sobre todo, que toda la vida traté de ser mejor.
si quieres escribir algo de mi,
ojalá lograras decir sólo una frase: Fue mi todo, creyó en mi, y me adoró.
Ahí, entonces derrama una lágrima. Yo no estaré presente para secarla,
pero no hace falta. Pues tal vez, alguien lo hará en mi lugar.
Seguramente no me verás pero yo estaré muy feliz viéndote a ti mirando hacia él.
Si muero antes que tú, creo que nada voy a extrañar. Porque...¿Sabes algo?
Tenerte a ti, Ya era como tener un pedacito de cielo.

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Suspiros olvidados