Tiradas en el piso fotos rotas
encontré. La habitación en llamas. No
me duele saber que todo
terminó, que todo ya
pasó. Y vos que no dudabas de
nuestra eternidad; te pido corazón que
vuelvas a mirar, porque a tu
alrededor ya nada es
igual. Y caminar por el balcón ya
no es una tentación. Decime
la verdad, si total no voy a saltar. Espero una respuesta a tanta confusión. Cuando algo se
quiebra y esos pedazos caen, mis manos que te sueltan por miedo a
fracasar. La vida me enseñó que no hay más de un adiós. Y en cristal,
mi vida siempre te guardé. Hoy armo mi camino y a la cuenta de tres yo brindo por tu amor.
Estúpida razón.
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Suspiros olvidados