El azar es la metáfora perfecta de quien le busca inspiración a la tristeza. El destino es la cuartada sigilosa de quien lo pretende todo y nunca acierta. Mientras el futuro asoma su perfil, el presente se debate con la muerte como quien se juega el todo por el todo con una moneda puesta al viento. Jugando siempre, apostando siempre a cara o cruz. Ante la encrucijada revisas las cosas que pudieron pasar y que se suspendieron por verlas girando en el viento, a cara o cruz. Te jugaste los besos, los sueños, el llanto,y la tortura mortal de ignorar el futuro y escoger el amor de tu vida a cara o cruz mientras que en la ventana se escurre el tiempo. Mientras la moneda da vueltas al viento, un beso te perfuma la existencia, hombre de corazón partido en dos; dime a cual mitad yo pertenezco. Lo que para ti es tremenda encrucijada, para mi es amar la incertidumbre, lo que para ti es borrón y cuenta nueva, para mi es principio o final.
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Suspiros olvidados