sábado, 22 de marzo de 2014
Anhelando Iruya
No espero que me recuerdes. Soy sólo uno de los muchos que se van. Un viajero agradecido del cobijo, del abrigo que le diste aquella vez. Casi sin pedirme nada , me mostraste tu mirada de un mundo diferente. Es tu paso tan sereno, es tu paz y la simpleza con que enseñas a quererte. Voy cerrando los ojos anhelando verte otra vez. Voy cerrando los ojos y me parece verte otra vez. Escondida en la quebrada, tu capilla te delata y un pueblito de repente. Agradezco tus montañas, tus sonrisas, tus mañanas y el Río grande. Vos pintaste mis pupilas con los colores de la vida y la humildad de tu gente. Y sólo cuando el río deja pasar al que camina para llegar hasta vos.
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Suspiros olvidados