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Obra de Le Corbusier |
Amor mío, no te
quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre
me llame a quererte,
te quiero porque no sos mía,
porque estás del otro lado,
ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque
en lo más
profundo de la posesión no estás en mí,
no te alcanzo, no paso de tu cuerpo,
de tu risa, hay horas en que
me atormenta que me ames (cómo te gusta usar el
verbo amar, con qué cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las
sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente
porque
un puente no se sostiene de un solo lado, jamás
Wright ni Le Corbusier
van a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con esos ojos
de pájaro, para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes
que yo
y eso que me querés como yo no te quiero. Claro que te curarás, porque
vivís en la salud, después de mí será cualquier otro, eso se cambia como los
corpiños.
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Suspiros olvidados