Siempre estoy extrañando algo o extrañando a alguien, lo he pensado mucho y me he
dado cuenta que es un aspecto característico en mí. Es una especie de melancolía permanente,
de nostalgia mejor dicho, de tener en mente siempre una exclamación que dice « ¡Todo queda
lejos! ». Recuerdo la vez en que le dije a ella que no me importaría llegar lejos con tal de que
eso la mantuviese cerca, obviamente, con llegar lejos me refería a irme consagrando,
creciendo, madurando, cambiando… Aunque una mejor manera de decir sería transformando
o mutando. Hay momentos en mi vida en que he pensado que no me hace falta cambiar, y
siento que eso en parte ha sido razón de haber cometido errores fatales.
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viernes, 16 de mayo de 2014
viernes, 9 de mayo de 2014
Y es que nada es realmente nuestro
En el querer encontrar nuevas cosas se encuentra también el querer dejar las viejas. Si existe alguna evasión u olvido sobre éste segundo querer, la persona se genera sufrimiento, porque es apegada, no sabe desprenderse. Y es que nada es realmente nuestro, lo que perdemos otro lo toma, así que en realidad somos generosos. Cuando comprendes la sencillez de eso, entiendes que no existen los malos momentos, sino los momentos que no se saben aprovechar.
Mis olvidos tratan sobre:
J. Porcupine,
La vuelta al mundo para abrazarte por la espalda
miércoles, 16 de abril de 2014
Y no me llevó a mí.
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