martes, 31 de marzo de 2015

Un minuto... Un año... Un siglo

No importa lo que dure. Créeme que no importa. Un minuto, un año un siglo. Pero mientras dure decime que es para siempre, que vamos a alcanzar la eternidad con las raíces de este amor que crece para adentro y desde adentro nos empuja al cristal de la risa, al silencio que late con corazón de pájaro, al chocar de planetas que es nuestros cuerpos juntos recreando el temblor, el universo, el canto. Yo quiero conocer al chico que vende flores por Corrientes y te cuenta cosas. Quiero conocer a tu amigo poeta que ama el mar como yo. Y hojear tus libros, y repisar tus pasos en las calles que anduviste y apretarte la mano en el cine, los dos enloquecidos por Fellini..., y decirte de repente lo mismo que me estabas por decir..., y a veces llorar juntos porque Vietnam y Biafra y aquí nomás hay niños que no tienen la culpa de nada y sin embargo mueren... No importa lo que dure. Vamos a hacer volar a todas las palomas, vamos a hacer repicar las campanas de todos los campanarios, vamos a bebernos el viento del verano en las copas de las casuarinas, en la paz del crepúsculo, cuando la luna es apenas una hostia sin comulgar en el cáliz azul de la tarde. No importa lo que dure. Mira, la piel que vos tocaste, la caricia quemando aún mi cintura ha florecido... Soy una primavera. Vos lo hiciste. Me tomaste la cara entre las manos y tu ternura fue como un viento tibio que barrió todas las hojas secas que poblaban mi otoño. Allí donde las piedras le cerraban la salida a mi soledad, vos hiciste una puerta y por la puerta se metió el sol y de mí nacen ahora las estrellas. Mi cuerpo es una costa donde tu barco se hunde, donde tu barco muerde la arena, como un pez. Mar cabrilleando orillas. Mar galopando dentro. Furor de hoguera roja quemando el jazminero. Entonces se desdobla la latitud del alma y se quiebra una fuerza en la fuerza del cuerpo. No importa lo que dure. De veras, no me importa. Esto es tanto, tan mío, es tan nuestro, es tan herida y risa y cielo al mismo tiempo, que aunque un día te vayas, aunque un día me dejes, aunque lo tuyo se haga astillas de viento, en mi quedará el huerto..., el huerto..., las raíces de lo que en él sembraste..., el huerto empecinado en seguir floreciéndole a tu ausencia, a tu olvido, a tu adiós. Y nunca estaré sola, aunque me dejes sola, porque en mi vida recibí tan poco (y lo poco tan triste), que la dicha que vos me das ahora me alcanzará para seguir usándola hasta que de mí no quede nada. No importa lo que dure. Pero decime que es para siempre. Mientras dure decime que vamos a alcanzar la eternidad con este amor... y yo me sentiré pequeña, mientras tiembla mi carne con leves aleteos de mariposas nuevas...

lunes, 23 de marzo de 2015

El dragón y la princesa - XVII


"- [...] Justamente te haría mal porque te quiero ¿no comprendes? Uno no hace mal a la gente que le es indiferente. [...]" 

Two night stand

- "[...] Lo que digo es que hay un montón de cosas que no sé de ti y hay mucho que tenemos que hablar. Me pasé dos noches contigo y eso no es suficiente tiempo. Dame más tiempo, por favor."

jueves, 19 de marzo de 2015

Regálame un atardecer

Regálame la risa que se esconde detrás de esa mirada. Regálame en un beso la poesía que he guardado en mi alma. Busquemos un camino imaginario, que el tiempo se detenga en un abrazo, que el viento sea el que hable sintiendo tu respiración y en medio de la nada dejar que grite el corazón. Regálame un minuto más que dure hasta la eternidad. Regálame una noche azul en donde sólo brilles tú. Regálame un atardecer que duerma al borde de tu pielen donde pueda descansar y así quererte más y más. Regálame un minuto más. Regálame esos ojos que dan vida a mi vida en las mañanas. Y sana las heridas que sufrí cuando creía que volaba. Resuélveme las dudas con tu encanto y así sabrás por qué te quiero tanto. Que nadie nos detenga, que fluya libre nuestro amor.

viernes, 13 de marzo de 2015

La fuerza del corazón


Mírame, en nada me consigo concentrar. Ando despistado, todo lo hago mal. Soy un desastre y no sé qué está pasando. Me gustas a rabiar, te deseo, me llegas a desesperar. Es tan grande lo que siento por ti que tenerte no bastará. ¿Qué es esto que me invita a vivir, que me da la ilusión, qué será esa fuerza que a todos nos une de dos en dos, será la fuerza del corazón? Hace que te abrace y los cuerpos lleguen a estorbar. Tiemblo sólo con la idea de rozar tus labios llenos de besos nuevos. No puedo dormir, robas mi tranquilidad. Alguien ha bordado tu cuerpo con hilos de mi ansiedad. De cinturón tus piernas cruzadas, en mi espalda un reloj, donde tus dedos son las agujas y dan cuerda a este motor, que es la fuerza del corazón. Es la fuerza que te lleva, que te empuja y que te llena, que te arrastra y que te acerca a Dios. Es un sentimiento, casi una obsesión, si la fuerza es del corazón. Es algo que te lía, una descarga de energía que te va quitando la razón. Te hace tropezar, te crea confusión, seguro que es la fuerza del corazón. Es la fuerza que te lleva. No puedo pensar, tendría que cuidarme más. Como poco pierdo la vida y luego me la das. ¿Qué es lo que va cegando al amante que va por ahí de señor, y no es más que un chiquillo, travieso, provocador, será la fuerza del corazón?