(...) en el fondo tú y yo nos queremos harto, y así pasemos aventuras sinnúmero, cuarteaduras de puertas, mentadas de madre y reclamaciones internacionales, siempre nos querremos. (...) todas las rabias que he hecho no me han llevado sino a comprender mejor que te quiero más que a mi propia piel, y que aunque tú no me quieres de igual manera, de todos modos algo me quieres, ¿no? O si no es cierto, siempre me quedará la esperanza de que sea así, y con eso me conformo... Quiéreme tantito, te adoro.
Frida
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Suspiros olvidados