sábado, 14 de julio de 2012

Y conga, conga, conga. Y que siga la milonga ( ♪ )

Quiso el destino que esa noche hiciera frío, y que el ruido de los coches me hiciera hablarte al oído. Y si el diablo se contenta con que dudes un instante, vos y yo, nuestras miserias y esta noche por delante amor. ¿Quién sabe? Con el corazón en llanta, nada mejor que tu lengua, abrigando mi garganta.

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Suspiros olvidados