sábado, 8 de diciembre de 2012

Encajamos perfectamente.-

[...] La busqué con las manos y ella rodó hacia mí con soltura, colocó sus piernas sobre las mías y dejó reposar la cabeza sobre mi pecho.
 - Encajamos perfectamente - dijo ella, y mientras le besaba el cabello, sentí cómo las lágrimas acudían inexplicablemente a mis ojos. Yo sabía, porque había estado del otro lado, que llorar después de hacerlo puede ser una mala señal. Así que cerré los ojos y esperé que ella no alzara la vista. Pareció darse cuenta, pero en lugar de interrogarme, apretó sus labios contra mi pecho, y después de un minuto dijo:
 - ¿Estás bien? 
 - Sólo estoy un poco más enamorado de lo que creía - dije, sorprendiéndonos a los dos. Primero las lágrimas y ahora esto. Ella hizo un gesto de comprensión y me volvió a besar de una forma que me hizo temblar.
 - No dejes que eso te asuste.
 - Sólo si tú tampoco lo haces.
Me miró con una amplia sonrisa. [...]

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Suspiros olvidados