Puedo llamarte

Ya he lavado todo, no me queda nada. Saqué la basura y abrí la terraza pa' que corra el aire y se lleve despacio este olor a gritos que se me ha quedado... Deshice las cajas, odio las mudanzas. He de acostumbrarme a esta nueva etapa, ya colgué los cuadros, se rompió aquel mueble que nos regalaron un mes de noviembre... Que no me den la voz, la voz, la voz, la voz... Porque puedo llamarte... No... Que no me den la voz, la voz, la voz, la voz... Porque puedo llamarte... Y será mejor que no. Ya se fueron todos, no quedaba hielo, recogí las copas, y encendí un mechero, apagué las luces, me senté en el suelo... Qué difícil verte, no sé si te quiero.

Aquí estoy de nuevo, nos reímos al mirarnos quietos. Al pedirte que te vayas, sabes que en el fondo quiero que te sientes a mi lado y me sorprendan tus maneras. Me encontré una nota en el buzón y me encantó tu letra. Si me llevas a otro sitio donde nada entorpezca, que no haya ruido más fuerte que tu voz así de cerca. Si me enseñas la salida y decido quedarme dentro ve bajando la bandera, sobra tela en este cuerpo. Sintiéndonos una vez más hasta que nos cueste respirar, gáname la vida. Querida locura deja ya de hablar en otro idioma, ahora que lo tengo aquí no me bailes ni una coma. Somos dos respiraciones con un ritmo a contratiempo: tú me pides, yo no doy, pero nos sostenemos. Reconozco que me gusta sentir que me andas buscando. Soy tan tuya que ni yo, ni yo misma me lo aguanto.-

Tú tienes la llave de mi tesoro ( ♪ )

• No soy capaz de imaginarme sin ti.  
No hay un sitio donde yo esté más a gusto que durmiendo contigo [ ♫ ]

Necesito sudarte como se suda un día de verano, como el abrigo que llega a agobiarte, cuando no consigues desabrocharlo...

Aquí y ahora .- ♪

Qué fácil fue llamar mi atención; dejarme llevar desde mi rincón. Qué fácil fue rendirme a sus pies; con que suavidad me vino a perder...

Sin verte yo ya empiezo a extrañarte ♪

Aún no te has ido y ya te echo de menos, cuento las horas para vernos de nuevo. Guardo tu aroma para olerlo luego, ¿qué más quieres de mí? Aún no te has ido y ahora quiero que vuelvas, sentir como poquito a poco te acercas. Que si me caigo, tú me sostengas, ¿qué más se puede pedir? Te das la vuelta y yo te clavo mis ojos, me quedo quieta hasta perderte de vista, y lo peor no quiero enamorame. No puedo resistir...