jueves, 26 de noviembre de 2009


Sólo te pido una lágrima más, que inunde todo mi corazón; sólo quisiera una última despedida, que manche de alegría el resto de mi vida; y mientras mis lágrimas de luto caen en tu mejilla, entiendo que no tendré lo que más quiero, ese minuto más, sólo un minuto más.

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Suspiros olvidados