Mostrando entradas con la etiqueta Ismael Serrano. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ismael Serrano. Mostrar todas las entradas

jueves, 3 de julio de 2014

Sin ti a mi lado

Estoy cansado de hacer el mismo recorrido, el mismo trabajo, ver las mismas caras, los mismos paisajes, sin ti a mi lado. Mi vida, poco a poco, se va llenando de esos días tristes, grises y opacos, que uno omite en su biografía. Cansado de ir cada noche a los mismos bares, buscándote aunque sé que no estás, que no voy a encontrarte. Cansado de ir cada noche lamentando tu ausencia, directamente a tu altar para hacerte una ofrenda. Mañana será tarde si vienes a buscarme. Mira en tu buzón, dejé un mensaje. No todo está perdido, encuéntrate conmigo, tú bien conoces el camino.  (...)

sábado, 24 de mayo de 2014

¿Qué va a ser de mí?

[...] Contaré los días, las calles que nos separan. Las tardes de domingo esperaré tu llamada. Maldeciré a las parejas que, abrazadas, sueñan con habitaciones de hotel desocupadas. Y odiaré con calma tu risa, todas mis palabras, nuestra despedida. [...] Iré a buscarte a los sitios acordados aunque tú no vengas, aunque me hayas olvidado. Te escribiré los versos que nunca te hice, seré puntual como siempre quisiste. ¿Qué va a ser de mí? Emprenderé un largo viaje para que el eco de tus noches nunca me alcance. ¿Qué va a ser de mí? Dudo que en ningún bar me puedan servir todo el alcohol que necesito para olvidar. Iré a buscarte a los sitios acordados aunque tú no vengas, aunque me hayas olvidado. Te escribiré las cartas que nunca te hice, seré puntual como siempre quisiste.

viernes, 16 de mayo de 2014

Ganas de compartir sudores


- "Amor, ¿por qué lloras? ¿Qué es lo que te pasa?" 
- "Será que soy feliz".

viernes, 9 de mayo de 2014

Hasta que no te encuentro, no me encuentro...


Bendito azar es encontrarte.

Te vas

Te vas a la ciudad definitiva sin mí, perdonarás que no te vaya a despedir. La noche corta como un cristal roto y tú estarás tan triste como hermosa.Tu luz quemó mis naves cargadas de incertidumbre y el corazón que sobre tu mesa yo puse para cenar la noche en que nos dispusimos a saltar de la mano al precipicio. Y yo procuraré sonreír más a menudo y acostarme a una hora prudente. Tú me enseñaste que afuera siempre me está esperando una nueva mañana, como aquella nuestra, radiante y soleada. Te vas a la ciudad definitiva y en Madrid quedamos huérfanos y enfermos. Te vas a reír, pero pregunto cada noche a los fantasmas que habitan mis bares cuándo vuelves a casa. Los días caen lentos como el polen de un árbol cubriendo todo mi jardín de desencanto. Un sucedáneo de la vida será al fin el tiempo que he de recorrer sin ti. Y yo procuraré no suspirar tan a menudo y acostarme a una hora prudente. Yo sé que afuera, inevitablemente, me está esperando una nueva mañanalo prometiste– radiante y soleada. Y tú procurarás cumplir con lo que has prometido, ser fuerte y devorar la manzana. Has de pensar, cada nueva mañana, que un tipo a menudo piensa en ti y sonríe aunque quizá no sean sus días más felices. Y yo procuraré mantener la luz encendida por si se te ocurre volver de repente. Alumbrará este recuerdo incandescente el camino de vuelta, aquel que trazaron antes viejos fugitivos, nuevos amantes. Viejos fugitivos, nuevos amantes.

sábado, 3 de mayo de 2014

¿Qué andarás haciendo ahora?


Y yo afilando lunas, perdido en el hotel, encontrando tus caricias en el neceser. Y yo buscándote en el espejo azul del baño, en la ropa cansada del armario. ¿Qué andarás haciendo ahora? ¿Cansada viendo la televisión, guardando mi paz y mis retratos, la costumbre de dormir al lado izquierdo? ¿Qué andarás haciendo ahora? ¿Maldiciendo la luz, el primer sol, hermosa con los párpados hinchados, regando las plantas, todos los recuerdos? Y yo retirando hojas secas de la cama, soñándome contigo bajo el agua. Y yo recordando que olvidé tender la ropa, preguntándome qué andarás haciendo ahora.

lunes, 24 de febrero de 2014

Recuerdo

Cuánto tiempo ha pasado desde los primeros errores, del interrogante en tu mirada. La ciudad gritaba y maldecía nuestros nombres, jóvenes promesas, no, no teníamos nada. Dejando en los portales los ecos de tus susurros, buscando cualquier rincón sin luz. "Agárrate de mi mano, que tengo miedo del futuro", y detrás de cada huida estabas tú, estabas tú. En las noches vacías en que regreso solo y malherido, todavía me arrepiento de haberte arrojado tan lejos de mi cuerpo. Y ahora que te encuentro, veo que aún arde la llama que encendiste. Nunca, nunca es tarde para nacer de nuevo, para amarte. Debo decirte algo antes de que te bajes de este sucio vagón y quede muerto, mirarte a los ojos, y tal vez recordarte, que antes de rendirnos fuimos eternos.

martes, 1 de diciembre de 2009

Una vez, mientras nadie nos escuchaba, me dijiste;
- ¿Te das cuenta que a pesar de todas las cosas que nos pasen, durante el tiempo solos, siempre el destino nos vuelve a juntar?.-


Cayeron hombres, levantaron muros y aún sigues conmigo