martes, 14 de julio de 2009

Memoria de un amor


Bueno acá te voy a contar una historia sobre una conejita y una ardilla, muy parecida a una historia que ya conoces.

Era una vez la historia de una ardilla que vivía junto a su padre, madre y hermano, que le gustaba mucho hacer deporte y su preferido era el fútbol, era un gran jugador.
El señor ardilla había nacido en un pueblito alejado de la ciudad llamado San Vicente, y se crió en otro lugar llamado Glew, para después vivir cuatro años en Córdoba y volver de vuelta a Buenos Aires; viviendo un tiempo en la gran capital y por último hospedarse en Lanús, su actual ciudad.
Un día la ardillita jugando se lastimó su patita, enojadísima se tuvo que quedar en su casa varios días pensando que era lo peor que le pudo pasar y que tenía una muy mala suerte, sin saber que gracias a eso el destino le daría una linda sorpresa.
Al tiempo la ardilla un día estaba en su casa, cuando de pronto llaman a su puerta y al salir observa que era una amiga suya que lo venía a visitar para saber como estaba de su lastimadura ya que ella sabía lo que le había pasado. Al salir la saluda y rápidamente se da cuenta que venía acompañada por dos amigas, pero nuestra ardilla se queda sorprendida de lo bella que era una de ellas: era una conejita chiquita de aspecto angelical y sobre todo resaltaban sus hermosos ojitos grandes y brillosos que tenía. Luego la ardillita habla por un rato con su amiga que lo había ido a visitar, iban caminando cuando luego comienza a hablar con esa hermosa coneja; con simpatía y chistes rápidamente logran pegar una buena relación. La amiga de la ardilla encuentra a su novio luego y él tiene la idea (porque su otra amiga se había ido) ya que eran cuatro, de ir a su casa para disfrutar de unos ricos mates. El señor ardilla estaba muy contento de contar con la presencia en esos ricos mates. Suben al colectivo y emprenden viaje; al subir habían dos asientos, en uno se sientan juntos su amiga y la pareja, pero la ardilla que tan cortez era decide dejarle el asiento a aquella hermosa coneja; pero luego deciden sentarse juntos, la ardilla en el asiento y la coneja sobre su regazo para luego ir tomados de la mano o mejor dicho de sus patitas ;) Al bajar del colectivo caminaron juntos bien agarraditos. Luego entraron a la casa, el ratoncito dueño de la casa puso los mates, mientras la ardilla esperaba y la conejita jugaba con su amiga la gatita. Luego hablaron, tomaron mates, y en un momento la ardilla y la conejita quedaron solos. La ardilla pensó: "Este es el momento" :) , la abrazó, le murmuró unas palabras y luego decidió sentir sus labios junto a los suyos, sin tener muchas esperanzas logró sentirlo, perdiéndose en aquél ¡Hermoso beso y abrazo! Sintiendo una gran tranquilidad y felicidad al mismo tiempo; se sentía raro porque a pesar que era el primer día que la conocía sentía que la había tratado desde toda la vida, ninguno de los dos dudaron en pasarse sus teléfonos para seguir en contacto, eran animalitos muy virtuosos que podían manejar celulares jeje :P Y así se vieron al siguiente día, y al siguiente... Hasta que en uno de esos días la conejita recibe una triste noticia quedando descilucionada.
Al día siguiente la ardilla logra ponerse en contacto con la conejita que triste estaba =( Luego de una larga charla se lograron entender, la ardilla no quería perder a la coneja y la coneja no quería perder a la ardilla. Lograron seguir juntos, la ardilla pensó "Si este problema grande que tuvimos lo superamos, es que acá hay una verdadera esperanza de que en verdad seamos uno para el otro". Entonces los días pasaron, hasta que en uno de esos la ardillita le pidió a la coneja ser novios, la coneja aceptó. Seguían pasando los días y su amor cada vez se hacía más y más intenso, estaban juntos todo el tiempo como si fuesen dos almas gemelas. Fueron hermosos esos tiempos, pero como en toda pareja no tardaron en llegar los malos rumores; otra vez la conejita quedaba triste y nuevamente descilucionada. La ardilla le habló y habló, y aunque costó se superó. Volvieron los días soleados y llenos de esperanzas, la ardilla estaba 100 % feliz ya que se había dado cuenta que había encontrado lo que siempre quizo y buscó pero que no había logrado encontrar.
Un día la conejita le pidió a la ardillita que terminara el cole, accedió a su pedido y la conejita saltaba de alegría; pero la ardilla lo había hecho sólo por ella, ya que el amor que sentía eran tan infinito que nada era imposible con ella a su lado.
Estaba tan contento esta ardilla, no podía creer que había encontrado a alguien tan puro... Y en la coneja también hubo un gran sentimiento y sabía que siempre iba a recordar a aquella ardilla ya que había sido el primero en tener su cuerpo y alma, todo era muy fuerte de ambos lados... Habían pasado mucho tiempo juntos y muchas cositas lindas y feas. La ardilla cambió actitudes que a la coneja la ponían mal ya que él no quería perderla y era lo mejor que el destino le pudo haber dado. Pensó que después de todo su accidente no fue tan malo como él creía, ya que si no era por eso su amiga no vendría a visitarlo y no conocería a la hermosa conejita.
Planificaron e imaginaron muchas cosas juntos, siguieron teniendo algunos problemas que como anteriormente volvieron a superar. Los días siguieron pasando, la ardillita cada día era más feliz y amaba más a su adorada conejita y pensaba que sí había encontrado a su verdadero amor final, o al menos eso creía. La conejita empezó sentirse confundida, lo hablaron, trataron de aclarar cosas y siguieron, pero por qué digo "trataron"...? Porque por el momento sigue con su mismo pensamiento aquella hermosa coneja que la ardilla amaba pero que veía como lentamente iba soltando su mano para alejarse más y más. Desde ese momento todo cambió y ya nada será como antes. La ardilla piensa qué pudo haber salido mal, se preguntó: "¿Será que nuestro tiempo se terminó para ahora convertirse en historia? ¿Habrá alguien que le está golpeando la puerta de su corazón? =( ¿O será que acá termina una hermosa etapa de nuestras vidas?" =( Si habían superado atrás grandes cosas, ¿Superarían también esta? No lo saben, sólo el destino les mostrará como sigue esta historia. Aunque en verdad la ardilla ya sabe o al menos se imagina cuál puede ser su final. Espera equivocarse porque no quiere que suceda, pero ahora sólo queda que la linda conejita sepa bien que es en verdad lo que desea con la ardillita, quien ahora sólo tiene que esperar. Sin más iluciones, sin días nuevos pero los años le han dado algo de experiencia a la ardilla, por eso se va a adelantar a su final y tratar de ser lo más fuerte posible. Pero sabe también que va a tener que hacer un gran esfuerzo para afrontar ese final que va a venir... A veces es tan injusta la vida o el destino que nos quita lo que más queremos.
La ardilla siente un vacío grande que le costará volver a llenar, y ahora sólo le queda esperar a equivocarse o tal vez no, y que este cuento termine y esta carta sea guardada en una caja olvidada llena de sentimientos, amores, felicidades, tristezas y hermosos recuerdos, pero perdidos y olvidados en el tiempo.
Y así termina esta historia, con distintos caminos.

La ardillita que más te amó.

Si me habras hecho llorar con esta carta!
Estoy luchando por que este final no se escriba en nuestra historia, no es el final que quiero. Sos muy importante ardillita hermosa :)
Te quiero mucho

Tu coneja!

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Suspiros olvidados