martes, 21 de julio de 2009

Para no sentir, traté de no verte;
para no llorar,
preferí la apatía;
para no extrañarte,
la indiferencia;
para no quererte,
el odio.
Para olvidarte,
elegí simplemente no recordar;
para que sea menos doloroso,
me anestesié el corazón con mentiras;
para no lastimarte ni lastimarme,
quise evitarte.
Para seguir viviendo,
traté de olvidar que tú también me olvidabas
y que alguna vez nuestras vidas se juntaron para compartir
tantos momentos
.
Para ser feliz,
conté tus risas;
para estar triste,
lloré tus lágrimas;
para sentirme querido,
volví a buscar tus brazos.
Para sentirme odiado,
recordé las veces que me buscaste;
para no tenerle miedo a la soledad,
imaginé que todavía estabas;
para pensar un poquito menos,
fui egoísta como de costumbre
y pensé en mi mismo.

Para corregir mis errores,
preferí borrarlos de mi memoria
y creer que todo iba a estar bien;
para no necesitarte,
me independicé a mi manera.
Para poder cargar conmigo mismo,
intenté olvidarme;
para intentar detener el mundo,
pare el tiempo en los segundos que pasé sin ti
y solo me quedaron los momentos más maravillosos
.
Para obtener mi propio perdón,
me auto-convencí de que tú estabas perfectamente bien;
para ocultar mi miedo a perderte,
dejé que te fueras sin tratar de hacer algo para impedirlo.
Para no pensar en el presente y mucho menos en el futuro,
recordé el pasado; para no aclarar mis dudas,dejé que me conformara con los inconstantes rumores.
Para ayudarme a estar contento,
respeté mis decisiones y con dolor,
acepté el final que yo mismo decidí
.
Para falsificar tu presencia,
me acerqué a ti aunque no me vieras.

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Suspiros olvidados